Después de la agradable experiencia en Atrio-Cáceres, hoy cruzamos la península y nos trasladamos a San Sebastián. Desde Madrid a unas cuatro horas en coche es una escapada gastronómica que siempre merece la pena. Es imposible abarcar la cantidad de sitios para comer que ofrece Donosti en un post. En cualquiera de ellos puedes disfrutar de un zurito y un pintxo a un gran nivel. Yo me quiero centrar en dos que se diferencian del resto y merece la pena conocer. Uno de ellos es A fuego negro al que dedico este post.
Esta situado en la Calle 31 de Agosto Nº 31, en la parte antigua de la ciudad. Esta calle es un autentico paraíso para los amantes de la buena comida,ya que está repleta de restaurantes y sociedades. A fuego negro es el local mas moderno de la zona y se diferencia inmediatamente por la luz anaranjada que sale de su interior. Reserve un día antes y no tuve problema, aunque me contestaran en vasco, cosa que es habitual en San Sebastián.
El local no es muy grande, al entrar tienes la barra a la izquierda y en esa pared en una pizarra apuntado todos los pintxos y demás comida y bebida que ofrece. Al fondo esta el comedor que tiene capacidad para unos veinte comensales. Aquí esta el primer problema ya que al no existir separación física entre la zona de pintxos y el comedor hay un gran jaleo, así que los que busquéis una velada relajada y romántica olvidaros.
El comedor está servido por dos camareras muy jóvenes, aunque son muy simpáticas se echa en falta algo mas de profesionalidad. Te explican que hay dos tipos de menús degustación, uno de 8 pintxos por 35 euros y otro de 11 pintxos por 50 euros. Nosotros elegimos el de 8 pintxos.
Para beber elegimos un vino blanco, en concreto Quintaluna 2010, un Rueda, elaborado con uva Verdejo y de las bodegas Ossian, el precio 12 euros. Lo podéis encontrar a la venta desde 6 euros.
¿Qué comimos? Te preguntan si eres alérgico a algún alimento y si te gusta mas o menos todo y las camareras te van trayendo diferentes pintxos, en nuestro caso el menú degustación consistió en:
1. Aceitunas "de las buenas" y con txorrito de vermouth, cuatro aceitunas rellenas de vermú, francamente bueno, dos aceitunas por persona. Una idea sencilla con un resultado excelente. El vermú no esta completamente líquido, no sé como lo hacen, pero tiene una textura muy agradable.
2. Rabas fritas en su tinta, no dice gran cosa, calamares fritos con la tinta del calamar dentro, simplón. Estos dos primeros pintxos te los traen a la vez y aunque las aceitunas están realmente buenas, la primera impresión, al menos la que a mí me dio es que va a ser el típico sitio en el que te van a clavar por tres tonterías. Las rabas creo que se podrían sustituir por algo mas elaborado o que al menos de la sensación que merece la pena pagar los 35 euros.
3. Nieve de queso fresco espolvoreado con sobrasada, así de primeras suena muy bien, e incluso la presentación es sorprendente (lástima no tener foto) pero el resultado final no está a la altura. ¿Por que? Pues porque a nadie en su sano juicio se le ocurriría comerse una bola de nieve. Es la forma que mas se acerca y la mas sencilla de explicar el plato sin imágenes. El queso fresco tiene muy poco sabor y si a eso le añades que la sobrasada no se aprecia pues te queda eso, comer nieve. Además hay que sumarle como inconveniente que tienes que comerlo con las manos y el queso se va derritiendo mientras lo comes, así que terminas con las manos manchadas y con cara de tonto.
4. Oreja de cerdo basatxerri skabetxada con mole helado, nunca he sido muy amante de las orejas, morros, pezuñas, lengua, etc. Sinceramente, sin la ayuda del helado no creo que me lo hubiera comido, pero le daba un toque algo picante que lo hacía comestible en su conjunto. La textura de la oreja, para mí, desagradable.
4. Oreja de cerdo basatxerri skabetxada con mole helado, nunca he sido muy amante de las orejas, morros, pezuñas, lengua, etc. Sinceramente, sin la ayuda del helado no creo que me lo hubiera comido, pero le daba un toque algo picante que lo hacía comestible en su conjunto. La textura de la oreja, para mí, desagradable.
5. Entsaladak de salmón marinado, cítricos y semillas y de espinacas y pulpo, bueno no hay mucho que decir sobre unas ensaladas, estaban ricas las dos. Yo creo que las utilizan como intermedio entre los entrantes y los platos principales. Hasta este momento los platos son servidos a mucha velocidad, parece que te están metiendo prisa.
6. Huevo frito sobre base de arroz, el plato no se llama así, pero es lo que contenía en esencia. Uno de los mas ricos de la cena. El huevo frito no esta hecho de forma tradicional sino como se ve en la foto. Esta para mojar pan y el risotto también muy bueno. La cosa empieza a mejorar...
7. Bakajlu enkarbonao con pepitas de pimiento, como os decía la cosa fue mejorando y el bacalao estaba por encima de la media de la cena. Las pepitas de pimiento acompañaban muy bien a un bacalao excelente. En este caso no me comí la piel como en Atrio, pero salvando las distancias muy buen plato.
8. Mini-Makcobe con pan de ketchup y banana chips, sin duda el plato estrella de la cena. Creo que la próxima vez que vaya a San Sebastián iré a A fuego Negro sólo por comer esta hamburguesa hecha con la que dicen es la mejor carne del mundo. Ya había comido la carne de Kobe en otras ocasiones y quizás sea un delito ponerla en hamburguesa, pero el resultado es inmejorable. Me comí una y media y estuve pensando en pedir otra. Las patatas están hechas con plátano cortado muy fino y frito.
9. Regalize !T!, así es como aparece en la carta y consiste en tierra de cacao con helado de regaliz, coronado por lo que parece representar una hoja de marihuana. Estaba bueno, pero como casi toda la cena, exceptuando la Makcobe y el huevo frito no marca la diferencia que se supone debe buscar un establecimiento de cocina creativa.
Esto fue todo amigos. Ya sabéis que me encantan las conclusiones y esta no va a ser una excepción. Sinceramente me esperaba mas de este sitio. Quizás me habían generado unas expectativas demasiado altas o yo tengo aun demasiado reciente la comida en Atrio, y como se suele decir las comparaciones son odiosas. Aun así os aconsejo que si vais a San Sebastián os paséis por A Fuego Negro y lo conozcáis. No merece la pena detenerse en el menú degustación, asomaros a la barra y probar las cosas que os llamen la atención. Y sobre todo pedir la Makcobe ya me daréis la razón, no hay una hamburguesa igual!!
6. Huevo frito sobre base de arroz, el plato no se llama así, pero es lo que contenía en esencia. Uno de los mas ricos de la cena. El huevo frito no esta hecho de forma tradicional sino como se ve en la foto. Esta para mojar pan y el risotto también muy bueno. La cosa empieza a mejorar...
7. Bakajlu enkarbonao con pepitas de pimiento, como os decía la cosa fue mejorando y el bacalao estaba por encima de la media de la cena. Las pepitas de pimiento acompañaban muy bien a un bacalao excelente. En este caso no me comí la piel como en Atrio, pero salvando las distancias muy buen plato.
8. Mini-Makcobe con pan de ketchup y banana chips, sin duda el plato estrella de la cena. Creo que la próxima vez que vaya a San Sebastián iré a A fuego Negro sólo por comer esta hamburguesa hecha con la que dicen es la mejor carne del mundo. Ya había comido la carne de Kobe en otras ocasiones y quizás sea un delito ponerla en hamburguesa, pero el resultado es inmejorable. Me comí una y media y estuve pensando en pedir otra. Las patatas están hechas con plátano cortado muy fino y frito.
9. Regalize !T!, así es como aparece en la carta y consiste en tierra de cacao con helado de regaliz, coronado por lo que parece representar una hoja de marihuana. Estaba bueno, pero como casi toda la cena, exceptuando la Makcobe y el huevo frito no marca la diferencia que se supone debe buscar un establecimiento de cocina creativa.
Esto fue todo amigos. Ya sabéis que me encantan las conclusiones y esta no va a ser una excepción. Sinceramente me esperaba mas de este sitio. Quizás me habían generado unas expectativas demasiado altas o yo tengo aun demasiado reciente la comida en Atrio, y como se suele decir las comparaciones son odiosas. Aun así os aconsejo que si vais a San Sebastián os paséis por A Fuego Negro y lo conozcáis. No merece la pena detenerse en el menú degustación, asomaros a la barra y probar las cosas que os llamen la atención. Y sobre todo pedir la Makcobe ya me daréis la razón, no hay una hamburguesa igual!!
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