Hoy nos trasladamos al barrio madrileño de Arguelles, en plena calle Andrés Mellado 21, un sitio que rebosa tradición por los cuatro costados y con algunos toques "curiosos". El tendido es un restaurante con una decoración muy taurina así que a los enemigos de la fiesta les recomiendo no ir, no vaya a ser que les de una indigestión.
A mí personalmente tampoco es que la decoración de este sitio en concreto me fascine, soy un ferviente amante de las tabernas de estilo andaluz, principalmente porque crecí correteando en ellas, pero para mi gusto este restaurante en concreto está demasiado recargado. Eso combinado con que no hay demasiado espacio entre mesa y mesa hace que la sensación sea de alboroto y claustrofobia. También puede ser que tuvimos mala suerte con la mesa, estaba esquinada y para entrar en mi sitio tuve que apartarla primero.
Bueno primeras impresiones aparte hay que decir que el servicio muy correcto. El camarero, quizá me vio muy sediento, me trajo una cerveza bien fría sin demorarse, pese a que el comedor estaba lleno, gesto con el que se ganó su propina.
Otro punto negativo que le veo al sitio es la carta, esta dividida en ensaladas, ibéricos, raciones para picoterar, raciones de huevos rotos, pinchos fríos, pinchos calientes, nuestros pan payés, y carnes y pescado. Para mi gusto demasiado extensa y además los platos se repiten, las gulas al ajillo con gambas las puedes pedir en ración, pincho o con huevos rotos y con el foie pasa lo mismo, ya que puedes pedirlo tanto en pan payés como en ración, acompañado con pan blanco. No veo la diferencia. Al final tuvimos que preguntar al camarero que nos recomendase que pedir porque tampoco quedan muy claras las cantidades.
Al final comimos una ración de foie fresco a la plancha flambeado con Pedro Ximénez, cazuela de gulas y gambas, un pincho de salmón con su tartar y uno de solomillo de ternera a la parrilla al Brandy con setas. Todo estaba en general rico pero no te sorprende. El foie fresco quizás demasiado pesado, ya que es un plato delicado que no a todo el mundo le gusta ya que es muy grasiento y hay que saber prepararlo bien. El resto bien.
De postre nada. Café y un chupito de la casa que siempre se agradece. Es un gesto que tiene un coste mínimo y hace una cena mas agradable. No se porque este detalle se esta perdiendo y solo en los sitios con aire mas tradicional se sigue haciendo. No es necesario que sea el clásico licor de hierbas o pacharan, hay chupitos de muchas clases y para todos los gustos.
Como dato curioso a las doce de la noche apagan todas las luces, encienden velas y cantan la salve rociera a una figura de la virgen del Rocío que tienen. Me pareció simpático y todo el restaurante cantamos con ganas aunque uno de los camareros sobresalía por encima del resto. Tras cantar vuelven a encender las luces. Otro dato curioso es que cuatro tertulias taurinas de Intereconomía se han realizado en este restaurante.
Bueno creo que no me dejo nada, en general la cena estuvo bien, el precio muy ajustado, creo que pagamos algo mas de 40 euros. Recomiendo este sitio para una cena con los amigos donde lo importante no sea tanto la comida como pasar un rato agradable y poder beber un poco mas de la cuenta. Seguro que mas de uno termina cantando la salve rociera hombro con hombro con el camarero.
Dejo la web del sitio, un saludo.
http://www.eltendido.com/
Al final comimos una ración de foie fresco a la plancha flambeado con Pedro Ximénez, cazuela de gulas y gambas, un pincho de salmón con su tartar y uno de solomillo de ternera a la parrilla al Brandy con setas. Todo estaba en general rico pero no te sorprende. El foie fresco quizás demasiado pesado, ya que es un plato delicado que no a todo el mundo le gusta ya que es muy grasiento y hay que saber prepararlo bien. El resto bien.
De postre nada. Café y un chupito de la casa que siempre se agradece. Es un gesto que tiene un coste mínimo y hace una cena mas agradable. No se porque este detalle se esta perdiendo y solo en los sitios con aire mas tradicional se sigue haciendo. No es necesario que sea el clásico licor de hierbas o pacharan, hay chupitos de muchas clases y para todos los gustos.
Como dato curioso a las doce de la noche apagan todas las luces, encienden velas y cantan la salve rociera a una figura de la virgen del Rocío que tienen. Me pareció simpático y todo el restaurante cantamos con ganas aunque uno de los camareros sobresalía por encima del resto. Tras cantar vuelven a encender las luces. Otro dato curioso es que cuatro tertulias taurinas de Intereconomía se han realizado en este restaurante.
Bueno creo que no me dejo nada, en general la cena estuvo bien, el precio muy ajustado, creo que pagamos algo mas de 40 euros. Recomiendo este sitio para una cena con los amigos donde lo importante no sea tanto la comida como pasar un rato agradable y poder beber un poco mas de la cuenta. Seguro que mas de uno termina cantando la salve rociera hombro con hombro con el camarero.
Dejo la web del sitio, un saludo.
http://www.eltendido.com/