Hoy la cosa va de quesos, de todas las nacionalidades, texturas y sabores, pero no dejéis de leer este post los alérgicos a la lactosa, porque el Poncelet Cheese Bar además de queso ofrece muchas mas posibilidades para comer. Vayamos por partes.
Como en la mayoría de los post, me gusta primero situaros un poco, ¿Donde está el CheseBar? Pues en la Calle José Abascal Nº 61, casi llegando a Gregorio Marañón, por lo que este es el metro mas cercano. Conviene reservar con tiempo, yo lo conseguí al segundo intento, fui a comer un viernes y el local estaba prácticamente lleno.
La decoración es en madera, predominando los colores claros, está dividido en varios ambientes, hay mesas comunales, donde se puede comer con otras personas sentadas a la misma mesa, al estilo nórdico y mesas redondas para disfrutar de una mayor privacidad. También existe la posibilidad de comer en barra, hay dos, una a la entrada y otra al fondo. Por último en la planta superior hay una biblioteca, con numerosos libros sobre quesos. Hay que mencionar también que en la planta baja hay un jardín colgante que le da mucha luminosidad al local.
Como ya dije antes, la oferta de comida no se centra en el queso únicamente, la carta de mesa (hay carta de barra diferente) se divide en entrantes, ensaladas, sopas&verduras, pastas&arroces, carnes y pescados. Muchos de estos platos llevan queso, pero hay algunos sin queso expresamente
indicados. Con el aperitivo te sirven una cata de queso, en nuestro caso era un queso Suizo, pero no recuerdo el nombre. Además diferente tipo de panes y mantequilla (de anchoas), un buen comienzo.
Pedimos para compartir una ensalada y dos platos, la Ensalada de Roastbeef con Queso Gruyère (con espinacas, vinagreta de miel y micromezclum). El plato se presenta en tiras de roastbeef muy finas enrolladas en hojas de espinacas y rociadas con la vinagreta, a parte el queso gruyère y el micromezclum, muy muy rica, la recomiendo.
De segundos platos, por un lado Canelones de Alboronia de verdura y vieiras (con crema de boletus edulis y queso Ragusano). La alboronia para los que como yo, no lo sepáis, es un guisado de berenjenas, pimiento, tomates y calabazas. No tengo foto, el plato trae cuatro canelones pequeñitos, la pasta es negra y esta relleno de verduras y vieiras acompañado de la crema y el queso, muy rico también.
Por otro lado queríamos un plato de carne, dudábamos entre la Mini-Cheese Burguer de Wagyu de Kobe y la Presa Ibérica a la Sidra. Como no hacía mucho que había estado en
A fuego Negro comiendo su afamado Mc Kobe, no quería llevarme decepciones así que opte por la presa, el nombre completo del plato (que tiene su miga) es Presa Ibérica a la Sidra al humo del sarmiento (con queso Afuega l´ Pitu y nuestro reconocimiento a Ernesto Madera, su elaborador).
La foto no corresponde con mi plato, pero para que os hagáis una idea. En mi caso el corte era otro, en tacos y la carne a petición mía, estaba únicamente sellada. El queso no lo conocía, se elabora en el Principado de Asturias y fue un verdadero descubrimiento.
Y que mejor forma que rematar una excepcional comida, con un refrescante Mojito en Sorbete (con granizado de ron tostado). Ideal para sofocar los calores que aprietan por los madriles.
Para completar la información, decir que bebimos además de una cerveza, dos copas de Marques de Riscal Reserva (lo sirven por copas a 3 euros/copa) y que en total la cuenta fueron unos 60 euros, que para la calidad de lo que comimos me parece un precio muy ajustado. Sin duda repetiré experiencia.
Si queréis conocer por vosotros mismos el cheese bar adelante...